La adolescencia es un periodo de cambios. Puedes sentirte feliz por ellos o puedes sentirte muy extraño e inconforme.
Es difícil encontrar adolescentes sin complejos, inseguridades y vergüenzas, lo más normal es que te tome un cierto tiempo adaptarte a las modificaciones de tu cuerpo y más aún que estas nuevas características de tu cuerpo te gusten y te hagan sentir satisfecho contigo mismo. Puede que lleguen a ser una fuente de estrés, depresión y ansiedad.
La autoestima es la idea que tienes de tu valor personal y el respeto que sientes por ti mismo. Tienes una buena autoestima cuando te tratas con respeto atiendes tus necesidades y defiendes tus derechos, tienes baja autoestima cuando te humillas pones las necesidades de los demás antes que las tuyas o piensas que no tienes nada que ofrecer.
Otra parte importante de la autoestima es la autoaceptación; esto significa que reconoces y aceptas todas tus partes, las deseables y las indeseables, las positivas y las negativas, los puntos fuertes y débiles, y aceptas todo eso como un bloque que te hace un ser humano normal y valioso.
La piel es uno de los órganos más importantes y directos que tiene el ser humano, es el límite entre el mundo externo y el mundo interno, es lo primero con lo que nos comunicamos, por lo tanto tener lesiones en la piel significa tener limitaciones al comunicarnos, que afectan en muchas ocasiones y en diferente grado el tema de la autoestima.
Si el acné se presenta en un adolescente que está viviendo un momento de alta vulnerabilidad sicológica, edad en la que hay una alta necesidad de pertenecer un grupo, tener pareja, relacionarse, soltar un poco la relación familiar para ir ampliando el círculo a relaciones más personales.
Si esta situación no se maneja de forma adecuada, podría llegar a desarrollar muy fuertes problemas en la autoestima, en las relaciones personales, en las relaciones intrafamiliares y en el desempeño escolar.
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Las cicatrices siempre son lesiones que vuelven a recordar el proceso del acné que ya tuvo un impacto emocional durante la enfermedad. Es el recorderis diario de esa lesión, que lejos de lo que paso sigue estando presente. Las cicatrices en muchas oportunidades pueden generar cicatrices también en la autoestima.
Una piel sana genera fortaleza y seguridad a la hora de comunicarse y moverse por el mundo. La piel, el cuerpo y la imagen te acompañan donde vas, por lo tanto tener una imagen con la que estas satisfecho y orgulloso te empoderará frente al mundo, mientras que si tienes una imagen de la que te avergüenzas y quieres ocultar, te debilitara a la hora de relacionarte.
El cabello puede jugar como un arma a favor, ya que en algunas ocasiones puede ser utilizado para cubrir las lesiones, y en otros casos puede ser usado para llamar la atención (Especialmente en las mujeres) en una zona del cuerpo que puede ser muy atractiva y llamativa logrando desviar las miradas de nuestro problema de acné. Es importante tener en cuenta que la grasa del pelo puede empeorar el problema del acné, por lo tanto es indispensable el constante lavado.
Dra. Virginia Palacios E.
Psicóloga Adscrita a Dermosalud